jueves, 22 de enero de 2015

La Puerta.

La Puerta. (Fotografía: Yul.)



            
               Mi tiempo se  filtraba ,
               entre las rendijas 
               de la desvencijada puerta 
               que no cierra jamás.





Cuando sonó nuestra canción,
deseaba tanto bailar.
Tú en cambio, no,
tú sentiste miedo,
ese miedo que a veces,
sin saber por qué,
te paraliza.

Y sentí tu frío.
Sentí cómo el calor
abandonaba tu cuerpo.
Cómo el dolor volvía,
inundando de nuevo 
el vacío que llena
las entrañas que, 
desgarradas, te desangran.

Me acerqué a ti,
uní mi cuerpo al tuyo,
envolví con mi calor tu frío.
Rocé tus labios con los míos.
Bebí de tu tristeza,
vertí en ti mi alegría
y te susurré al oído
que te quería.

Y ahora, baila,
te dije, baila conmigo,
lo necesito.

Recorriste con tu mano mi espalda,
me atrajiste hacia ti con ternura,
 besaste dulcemente mi boca.
Y dejando salir un te quiero,
abrazados bailamos,
mientras la vida volvía.

Yul.




No hay comentarios:

Publicar un comentario