martes, 18 de septiembre de 2012

Mi Encrucijada según el Tarot.

El Problema: En esta carta se lee el verdadero origen de la encrucijada


LA JUSTICIA (INVERTIDO)
El origen del problema esta en una condenación, un castigo o un juicio injusto, también se refiere a perdidas y desordenes en general por desequilibrios en acciones, pensamientos o conceptos erróneos. 
 
 
 
Este Momento: Es la situación en la que nos ha dejado el problema, y el porqué es necesario tomar una decisión


EL CARRO
La situación se presenta con mucho acierto en las soluciones que vayas a tomar. Tendrás satisfacciones intimas y logros materiales. Este es el instante preciso para tomar las riendas y seguir por el sendero deseado.
 
 
 
La Encrucijada: las dos opciones ante las que nos encontramos, representadas en la doble lectura de la carta (positivo-negativo, sí o no).


LA RUEDA DE LA FORTUNA
Estas en evolución, se presentan acontecimientos de gran importancia sobre los cuales no tienes ninguna influencia. Es importante que te mantengas en equilibrio.
 
 
 
 La primer alternativa: Qué pasará si elegimos el camino del sí, de lo positivo, de la acción en cuánto al problema.


EL JUICIO
Si miras la vida desde una altura de espíritu, veras con claridad y transparencia a los otros y el usar este discernimiento de ver las cosas diferentes te llevara a lograr la verdadera felicidad.
 
 
 
La segunda alternativa: Qué ocurrirá si elegimos el camino del no, de la inacción, de lo negativo en realación con el problema.


EL SOL (INVERTIDO)
Si dejas las cosas a su suerte, siempre estarás ahí, pero tu arrogancia no será comprendida, verán en ti a la persona que siempre quiere figurar y pasa a llevar a todo el mundo. “Calienta sin quemar e ilumina sin cegar”
 
 
 
La tercer alternativa (Sugerencia): Lo que el Tarot sugiere hacer para dar por terminado el problema a nuestro favor.
 

LA MUERTE
El cambio que se ve es una iniciación, un nacimiento. El arcano sugiere que te sientas libre y que hagas una anulación voluntaria del Ego. Este cambio parte desde la individualidad.
 
 

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Veleta: Poema de Federico García Lorca

Veleta de la Torre de la Vela en la Alhambra de Granada.


Viento del Sur,
moreno, ardiente,
llegas sobre mi carne,
trayéndome semilla
de brillantes
miradas, empapado
de azahares.

Pones roja la luna
y sollozantes
los álamos cautivos, pero vienes
¡demasiado tarde!
¡Ya he enrollado la noche de mi cuento
en el estante!

Sin ningún viento,
¡hazme caso!,
gira, corazón;
gira, corazón.

Aire del Norte,
¡oso blanco del viento!
Llegas sobre mi carne
tembloroso de auroras
boreales,
con tu capa de espectros
capitanes,
y riyéndote a gritos
del Dante.
¡Oh pulidor de estrellas!
Pero vienes
demasiado tarde.
Mi almario está musgoso
y he perdido la llave.

Sin ningún viento,
¡hazme caso!,
gira, corazón;
gira, corazón.

Brisas, gnomos y vientos
de ninguna parte.
Mosquitos de la rosa
de pétalos pirámides.
Alisios destetados
entre los rudos árboles,
flautas en la tormenta,
¡dejadme!
Tiene recias cadenas
mi recuerdo,
y está cautiva el ave
que dibuja con trinos
la tarde.

Las cosas que se van no vuelven nunca,
todo el mundo lo sabe,
y entre el claro gentío de los vientos
es inútil quejarse.
¿Verdad, chopo, maestro de la brisa?
¡Es inútil quejarse!

Sin ningún viento.
¡hazme caso!
gira, corazón;
gira, corazón. 

 Federico García Lorca