martes, 15 de julio de 2014

La próxima vez.

Me vuelven y envuelven pensamientos lejanos que nunca llegaron. Alojados en el horizonte, allí donde nunca consigo llegar. Y me asalta la tristeza, que cansada de asaltos, luchas y batallas, ya sólo me araña. Las heridas cerraron mis penas, las encerraron entre cicatrices, las mudaron de sitio, las alejaron de mis caminos. Ya son halos de fantasmas que al invadirme me traspasan. Esa demo de juego en la que juego sin guardar, me enseña a avanzar más rápido cada vez. Y cada vez se enmohecen más las bisagras  de una puerta que sólo puedo entreabrir. Con cuánto brío abría la puerta antes, con cuántas ganas de vivir. Ahora estoy aprendiendo a correr, y aprendo deprisa. Vuelvo a casa sin heridas. Vuelvo, sin darme tiempo a empezar. No sé si quiero saber. No sé si  quiero dejarme engañar. Y qué si me hieren. Y qué si sufriendo vuelvo a vivir. Si ya sufro por no sufrir. Y me quedo ahí, parada, pensando, conociendo el engaño, dudando, sintiendo que ya nunca volverá a pasar... Puede que otro día... Seguro que sí, que la próxima vez, será.

No hay comentarios:

Publicar un comentario