Hoy... El Mar se enfrenta bravío a su Amada.

El Mar se enfrenta a la Tierra. (Yul)

El Mar, de espaldas al Horizonte, se vuelve y revuelve contra la Tierra. La persigue desesperado. Arañando con sus garras en guantes de espuma, la suave arena.

Nada puede contra ella, que, inamovible, lo espera.

De frente. Grande, inmensa, fuerte.

Otras veces se ha visto desgarrada por él. Hoy no.

Hoy es el Viento también su enemigo. Uniéndose al Mar. Empujándolo, incitándolo a la batalla. Golpeando justo donde en otro tiempo hubo heridas...

No saben que ya sanaron. Que allí donde se hirió, hoy está encallecida.

El Cielo mira impasible a esa Tierra endurecida. Un solo color, el celeste. El pálido color de la indiferencia. La mira... y no dice nada.



Pescando en la Costa Tropical de Motril. (Yul)



Y nada dice el paciente pescador que aguarda en la orilla silencioso.

Como aquellos que, sentados en la cálida arena, se prometen amor eterno en la seguridad de una tierra, tierna sólo para ellos, que los aísla y protege del combate.

… Y el Mar se repliega en el horizonte, mira suplicante al Cielo pidiéndole la ayuda que no llega. Incansable, vuelve a la batalla.

Hoy... El Mar se enfrenta bravío a su Amada.

 

Yul.