Amanecer. |
A veces la vida no es
justa. La vida pone a cada uno en su lugar... ¿La Vida? ¿Qué vida?
No creo que la Vida tenga vida. No creo que quite ni ponga a nadie en
su lugar. Si la vida no es justa a veces, es justa casi siempre. Es la forma de escudarse detrás de algo.
No a veces, sino casi
siempre, escribo estupideces. Supongo que habrá ocasiones en las que
no sea así. Estoy desvariando, aunque tampoco me importa
demasiado, o nada. Qué puede importarme a mí. Supongo que nadie
espera que yo diga cosas coherentes. La mayoría de las veces sí que
las pienso, y qué, si nadie las escucha.
Este es mi pequeño rincón
de mis propios desvaríos. No, la vida no es justa. Me río, con una
risa agria y distante. Sé de lo que hablo, es sólo que todo está
en mi cabeza. Hoy me han vuelto a dar otro mazazo. Siento impotencia.
Hay tanta tristeza contenida que no logra salir, acabar. No sé
cuándo perdí las riendas de mi vida, ni siquiera sé si las tuve
alguna vez. No puedo comprender qué ha pasado. Cuánta alegría
arrinconada, pisoteada, hundida en el abismo. Cuántas ganas de vivir
rotas por una estupidez sin sentido.
Son las personas quienes
hacen daño. Y no entiendo por qué una y otra vez... Necesito que se
acabe.
Hoy el cielo está tan
lleno de estrellas. Es tan poco lo que necesito para sentir cómo la
felicidad borra cualquier recuerdo. Necesito tan poco. Esos puntos de
luz pintados sobre fondo negro. Esas sombras difuminadas entre los
árboles en penumbra. Sentir el aire en la cara. La oscuridad de la
noche deslizándose entre las ramas. El movimiento de las hojas
dibujando sombras chinescas. Respirar el silencio...
No le basta con... No, aún
ha de hacerme más daño... Sí, sabes que has mentido. Sabes que la
Justicia no es justa. Sabes que no merezco ésto. Y sabes que no es
la Vida, sino tú. Tú sabes por qué pasaron, no dos, sino tres
años. Tú sí sabes cómo pasaron. Podrás engañar a todos, pero tú
sabes que mientes.
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