San Juan de Gaztelugatxe |
Cuánto habré perdido en
mi vida y cuánto habré todavía de perder.
Antes me aferraba a la arena
de la orilla intentando permanecer.
Cuánto he llorado viendo
cómo se deshacía entre mis manos. Cuánto, viendo paisajes
inalcanzables que iban quedando atrás. Cuánto, extendiendo unas
manos vacías, que vacías permanecían al anochecer.
Cuánto lloré mientras me
desangraba. Cuánto, mientras golpeaba mi cuerpo cada roca.
Destrozada buscaba no sé qué. Quería quedarme en cada puerto, no
creía que pudiera seguir. Chocaba una y otra vez. Un grito me
desgarraba la garganta. Por el camino se iba quedando la piel. Oía
mi voz y no la entendía. Seguí adelante y nunca llegué. Agotada me
dejé arrastrar por la corriente, saqué la cabeza, abrí los ojos, y
respiré.
No puedo sentir rencor,
tengo muy mala memoria. Echo tanto de menos aquello que nunca
ocurrió...
Ya sólo me queda
agradecimiento.
A ti te agradezco que me echaras de tu lado cuando yo
sólo ansiaba estar. Que me obligaras a saltar.
A ti te agradezco
esos momentos de locura y ese despertar.
Y a ti, tengo tanto que
agradecerte, tanto, tanto...
Ahora nado disfrutando en
los rápidos, buceando en remansos.
Quiero que el tiempo vuele
y volar con él. Ya sólo quiero disfrutar del tiempo y nadar...
Yul.