De
vuelta aquí, en mi interior. En el fondo de este todo. Otra vez
encerrada. Mirando el Mundo a través de una ventana panorámica. Con
escapadas esporádicas, cortas en el tiempo, extensas en el espacio.
Volando. Pensando. Sin lograr poner los pies en el suelo. Escuchando
el sonido del verano. Descubriendo cosas interesantes que me hacen
sentir, adentrarme en mis pensamientos. Como en un sueño. Como en
una realidad. Quizá no pueda explicar lo que me hace sentir. Puede
que no sepa explicar lo que siento.
Ideas
que surgen, que revolotean incesantes. Como una pequeña mosca que
gira incansable sin posarse nunca sobre ningún sitio.
Demasiado
lío, demasiado desorden. Hay tantas ideas que bullen en mi cabeza y
no sé dónde colocarlas.
Estoy
pensando que voy a abrir otro blog en el que ir recopilando, cual
hormiguita llenando su hormiguero, todas aquellas cosas que encuentro
por ahí y me parecen interesantes.
Y
es que no quiero mezclarlo con mis locuras internas más personales.
He
decidido darle un sitio, una base de aterrizaje a mi pequeña
mosca-helicóptero. (Así la llamo, desde que vino a visitarme por
primera vez ; )
Yul.